La guía A+ para comprar electrodomésticos de bajo consumo
Hace poco me encontré con esta completa guía de ahorro de dinero que puede ayudarte a ahorrar costes en caso de que un electrodoméstico se estropee inesperadamente.
Sin embargo, a la hora de comprar su primer electrodoméstico, o de sustituir uno, vale la pena tomarse el tiempo de considerar sus opciones. Puede que el coste del funcionamiento del frigorífico, la secadora o el televisor no se le pase por la cabeza, pero la alimentación de estos aparatos puede suponer un porcentaje importante de sus facturas.
Al elegir electrodomésticos más eficientes energéticamente, puedes:
- Reducir los costes de funcionamiento
- Ahorra dinero en tu factura de la luz
- Utilizar menos energía para la misma producción
- Reduzca las emisiones de gases de efecto invernadero de su aparato
- Reduzca su propia huella de carbono.
Los electrodomésticos que ahorran energía en su hogar benefician tanto a su bolsillo como al medio ambiente. Si ha llegado el momento de renovar o de equipar tu nueva casa, sigue esta Guía para comprar electrodomésticos de bajo consumo.
- Compruebe la etiqueta de clasificación energética
Muchos tipos de aparatos que consumen energía están obligados por ley a mostrar información clara y coherente sobre su consumo energético, lo que le ayudará a tomar decisiones de compra más informadas.
Como mínimo, estos electrodomésticos deben mostrar una etiqueta estándar de eficiencia energética que incluya la calificación energética del producto. Estas calificaciones suelen ir de la A+++ a la G, siendo la A la más eficiente desde el punto de vista energético.
Por ejemplo, los frigoríficos y congeladores. Estos aparatos están encendidos las 24 horas del día, por lo que consumen energía constantemente. De hecho, el frigorífico es el segundo electrodoméstico que más energía consume, después de la calefacción central, y representa el 20% de la electricidad que se utiliza en el hogar.
Si eliges un frigorífico A+++ en lugar de un modelo similar con una clasificación A+, ahorrarás una media de 255 libras en la factura energética durante la vida útil del producto. Por supuesto, también hay que tener en cuenta el tamaño del producto, pero hablaremos de ello más adelante.
Las etiquetas energéticas más recientes también muestran el consumo anual de energía del aparato en kWh, lo que le permite comparar mejor sus opciones. También puede ser útil consultar las reseñas del modelo específico de electrodoméstico que estás mirando antes de comprarlo.
- Elija el tamaño correcto del aparato
Las clasificaciones energéticas se basan generalmente en la categoría de tamaño de cada aparato, lo que significa que dos aparatos de distinto tamaño con la misma clasificación energética pueden consumir cantidades muy diferentes de electricidad.
Por ejemplo, un frigorífico de 180 litros con calificación A puede costar sólo 39 libras al año, mientras que un frigorífico más grande de 525 litros con una calificación aún mejor, A+, costaría cerca de 52 libras al año.
Sin embargo, elegir el modelo más pequeño posible con el que se pueda vivir no siempre es la mejor opción. En el caso de los aparatos de aire acondicionado, por ejemplo, encontrar el término medio te ayudará a elegir la opción más eficiente desde el punto de vista energético.
Si es demasiado grande, la unidad de aire acondicionado se encenderá y apagará con más frecuencia y consumirá más energía, mientras que una unidad más pequeña tendría que estar encendida durante más tiempo para hacer el mismo trabajo.
Del mismo modo, una lavadora más grande puede permitirle hacer menos lavados, pero si no tiene suficiente ropa para llenar la máquina adecuadamente, podría estar desperdiciando agua y electricidad en cada carga. Encuentra el tamaño adecuado del electrodoméstico que se adapte a tus necesidades de uso.
- Entienda que cada aparato tiene dos etiquetas de precio
El coste inicial de tu nuevo televisor es de 400 libras, pero ¿qué pasa con el «precio oculto»? Es el coste estimado del funcionamiento del aparato durante su vida útil.
Muchas veces, los modelos de mayor eficiencia energética de un electrodoméstico son más caros que la versión estándar. Pero la razón es que estos electrodomésticos de mayor calificación le ahorran dinero a largo plazo en la reducción de las facturas de energía.
Algunos de los nuevos electrodomésticos de grado A utilizan ahora aproximadamente sólo el 50% de la energía necesaria para alimentar los modelos más antiguos, por lo que un mayor coste inicial puede compensar el increíble ahorro que obtendrá a lo largo de la vida útil del producto.
- Busque los ajustes de ahorro de energía
Si buscas el electrodoméstico más eficiente desde el punto de vista energético para tu casa, elige los que tienen ajustes específicos de ahorro de energía.
Esto es especialmente importante cuando se trata de los lavavajillas. Estos aparatos suponen una parte importante de la factura energética, ya que su funcionamiento cuesta unos 42 euros al año.
Si la vajilla está ligeramente sucia, puede limpiarse con un lavado ligero. Los ajustes ecológicos o de ahorro de energía permiten opciones menos pesadas, que utilizan mucha menos electricidad y agua para funcionar.
- Sustituir y actualizar
Si su vieja y fiable lavadora sigue funcionando bien, es posible que no sienta la necesidad de sustituirla todavía. Pero incluso los electrodomésticos que funcionan a pleno rendimiento pueden consumir mucha energía, por lo que renovarlos antes de que se rompan puede resultar más rentable.
Siempre puedes donar o revender tus viejos electrodomésticos para ayudar a reducir los residuos y mantener tu huella de carbono.
Comprar electrodomésticos de bajo consumo
Si eliges aparatos que necesitan menos energía para funcionar, puedes ahorrarte mucho dinero a largo plazo.