Consejos para preparar una entrevista de trabajo de nivel directivo
Una persona tendrá varios días grandes en su vida y la definición de cada uno de lo que hace que un día concreto sea grande es diferente. Para algunas personas, es el día en que se gradúan de la universidad o cuando se casan. Para otros, es el día en que se convierten en padres. No hay duda de que estos momentos son los que marcan la vida, los que nos definen, los que dan forma a nuestra felicidad y los que nos hacen seguir adelante.
Pasando de lo personal a lo profesional, también hay hitos clave en nuestra vida laboral que pueden cambiarnos la vida. Sin duda, uno de los más importantes es la entrevista. Sabes que esa empresa tiene una necesidad y es tu oportunidad para dejar claro que eres la persona que mejor puede satisfacerla. Y cuando estén de acuerdo, habrás logrado algo que nadie más podría para ese puesto… consigues el trabajo.
Pero, ¿cómo prepararse para un momento tan importante? Aquí tienes unos consejos probados que te ayudarán a dar lo mejor de ti mismo.
Es un examen, así que haz los deberes y estudia
- Conozca la empresa. Empiece por leer el sitio web y busque formas de profundizar en él. Identifique las tendencias del sector examinando las revistas especializadas. Busque artículos de prensa que describan la reputación de la empresa. ¿Tiene la empresa locales de venta al público? Si es así, visite uno y observe a los empleados, los clientes y el funcionamiento. El objetivo es establecerse como alguien que va más allá y permitirle hablar con autoridad informada. Cualquiera puede ver el sitio web, pero usted tendrá un conocimiento más exhaustivo de su reputación y operaciones en el que basarse.
- Aprovecha las conexiones y haz amigos. Si ya conoces a alguien que trabaja en la empresa, tienes una clara ventaja. Aprenda todo lo que pueda sobre la cultura, los tipos de personas que se contratan y quiénes le entrevistarán. Si no tienes contactos, intenta cambiar eso. Conéctate con gente a través de las redes sociales y pregunta por ahí: puede que conozcas a alguien que conozca a alguien que pueda darte una ventaja.
- Defínase en el trabajo. La empresa ya ha dado una ventaja a los entrevistadores expertos: ha redactado un anuncio de empleo. Esta descripción está llena de oportunidades de oro para ti. La empresa tiene una necesidad y ha hecho saber a todo el mundo exactamente a quién quieren para cubrirla. Así que demuéstrales que eres esa persona. Diles exactamente qué activos y logros tuyos se ajustan a su lista de criterios. En otras palabras, debes considerar cada entrevista como una oportunidad para establecer el estándar de oro para todos los que tengan que entrevistarse después de ti.
La forma en que te presentas lo dice todo sobre cómo los representarás
- Esté bien arreglado. Presta atención a los detalles. Si tienes el pelo despeinado, las uñas sucias, una mancha en la camisa, un dobladillo deshilachado o cualquier otra cosa que te dé falta de pulido, un posible empleador va a establecer un paralelismo entre estas cosas y tu trabajo. Perderá la confianza en tu capacidad para gestionar su cartera, o vender su producto, o enseñar a su hijo, y te mandará a paseo.
Qué empacar, qué desechar
- Lleva una copia de tu currículum. De hecho, lleva varias copias por si acaso vas a reunirte con más de una persona. Vivimos en una época digital y, por supuesto, las cosas se pueden compartir fácilmente por vía electrónica. Pero es peligroso asumir que la gente ha tenido tiempo de reenviar e imprimir tu currículum antes de una entrevista. Aunque no se utilicen, ten copias a mano y ofrece una a cada persona que te entreviste. Lleva una lista de referencias. No todas las empresas lo exigen, pero en caso de que te entrevisten con una empresa que sí lo haga, prepárate para proporcionarlas.
- Lleva pastillas de menta, no chicles. No pasa nada si te tomas un café antes de la entrevista (aunque ten cuidado de no derramarlo), pero nadie quiere oler el mal aliento. El chicle es un gran inconveniente porque es ruidoso, poco profesional y algo que tendrás que tirar. Un caramelo de menta es discreto, eficaz y se desintegra rápidamente.
- Obtenga las direcciones. O, si utilizas el GPS, ten la dirección exacta para introducirla, ya que hay veces que la dirección postal es diferente a la que aparece en un mapa digital. Y date tiempo de sobra. Es mejor llegar pronto, esperar en el aparcamiento y estar totalmente tranquilo, que sudar la gota gorda y llegar tarde.
- Apaga y guarda tu teléfono. Si quieres este trabajo, es importante que demuestres que ningún mensaje de texto, llamada telefónica, correo electrónico, juego o tuit es más importante que las personas con las que te vas a reunir cara a cara. Dado que tu conducta se observa y evalúa más allá de la entrevista -en el vestíbulo o incluso en una sala de descanso-, mantén tu teléfono guardado hasta que estés fuera del edificio.
Cuando un día tiene tanta presión, es aconsejable no improvisar. Una de las cosas que buscamos en todos los que entran en el Programa de Formación de Directivos de Hajoca es un alto nivel de preparación. Buscamos que los empleados potenciales sean líderes en nuestra empresa y por eso podrías estar abocándote al fracaso si asumes que tu carisma y encanto te llevarán. Lo que podría haber sido uno de tus grandes días podría ser, en cambio, un día en el que no te llamen y no consigas el trabajo. Así que, siguiendo esta lógica, vale la pena estar preparado.