Cómo sobrevivir económicamente a la baja por maternidad
Todos sabemos lo importante que es pasar suficiente tiempo con el bebé después del parto. No quieres salir del hospital y volver directamente a la oficina con tu nuevo hijo recién nacido a cuestas. Sin embargo, puede ser un reto encontrar el dinero suficiente para arreglárselas cuando no te pagan la misma cantidad que ganarías con tus ingresos habituales.
La baja por maternidad pagada es una bendición cuando se planea formar una familia, pero rara vez es suficiente para cubrir todos los gastos a los que puede enfrentarse como madre primeriza. Además, si decides que quieres alejarte del trabajo más tiempo del previsto, necesitarás un plan.
Paso 1: Saber cuánto va a cobrar
Lo primero que tienes que hacer es averiguar cuánto vas a cobrar durante la baja por maternidad. Algunas empresas pagan más que otras, así que podría depender de tu empleador. Incluso puede que tu empresa te dé más tiempo libre pagado que otras. Averigua con exactitud lo que te corresponde y asegúrate de comprobar los detalles, ya que la paga extra puede venir acompañada de condiciones específicas.
Paso 2: Trabaje en su presupuesto
Una vez que sepas cuánto vas a ganar, combina tu dinero con cualquier otro dinero que puedas esperar de tu pareja o de otros ingresos. Esto te permitirá empezar a elaborar tu presupuesto. Lo ideal es que tus gastos de salida sean menores que tus entradas de dinero. Si estás pagando demasiado cada mes, tendrás que buscar formas de reducir los gastos. Por ejemplo, ¿podría reducir lo que gasta en las facturas de los servicios públicos cambiando de proveedor? ¿Podría comparar los costes de su préstamo para productos para el bebé para reducir los gastos continuos mediante la reducción de los tipos de interés?
Paso 3: Buscar opciones de ingresos adicionales
Si te apetece alejarte del trabajo el mayor tiempo posible, pero también necesitas ganar un dinero extra, habla con tu jefe sobre la opción del trabajo a distancia. Algunos empleadores se sentirán cómodos si te permiten conectarte a un ordenador durante unas horas cada día desde casa. Si te lo permiten, podrás seguir ganando un poco de dinero extra sin tener que dejar a tu bebé ni un momento. Puede ser una excelente manera de prolongar tu baja por maternidad.
Paso 4: Inspeccionar cada oportunidad de ahorro
Pocas cosas inspiran más tu lado frugal que convertirte en madre. Cuando estés de baja por maternidad, asegúrate de buscar tantas formas nuevas de ahorrar dinero como sea posible. Por ejemplo, ¿podrías utilizar una aplicación para hacer un seguimiento de tus gastos y enviar la información a tu teléfono? ¿Y si te descargas un complemento que busque automáticamente códigos de descuento cuando vayas a realizar una compra en línea? Te sorprendería saber cuánto puedes ahorrar con unos simples cambios.
Paso 5: Ahorrar en niñeras
Encontrar una guardería puede ser una de las partes más costosas de convertirse en padre o madre. Afortunadamente, si también tienes amigos y familiares que se encuentran en una situación similar a la tuya, podéis considerar la posibilidad de asociaros para ahorrar. Por ejemplo, organízate para cuidar a todos los niños de tu grupo los lunes, y así tendrás los martes y los viernes libres. Eso sí, asegúrate de que puedes comprometerte con lo que acuerdes. Tu grupo se hartará de ti si siempre te quedas sin cuidar a los niños.
Paso 6: Pedir prestado e intercambiar
Ser frugal como padre o madre reciente significa, en parte, comprender que tal vez no puedas permitirte comprar siempre productos nuevos. Aunque quieras lo mejor para tu bebé, no te opongas a buscar formas de ahorrar un poco de dinero extra pidiéndolo prestado a tus amigos, intercambiando productos con gente en Internet o incluso comprando de segunda mano en tiendas de segunda mano. Muchos productos para bebés se pueden conseguir de segunda mano a bajo precio porque los niños crecen muy rápido.
Paso 7: Poner en pausa determinados pagos
Por último, puede haber oportunidades en las que pueda pausar ciertos pagos si se encuentra en una situación difícil. Por ejemplo, podrías reducir tus gastos cambiando a una hipoteca de sólo intereses durante un tiempo. También puedes plantearte la posibilidad de preguntar en tu gimnasio si puedes dejar de ser socio durante un tiempo y volver a entrenar desde casa. Siempre puedes volver a empezar cuando tengas más dinero en el bolsillo.